1. Cuidarás tu presentación día con día. Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida! El peinado, la ropa, todo atractivo, oliendo a limpio y a buen gusto. El buen gusto es gratuito, no cuesta nada. Que al verte se alegren tu espejo y los ojos de los demás.Y luego vienen gráficos como este, aparentemente hecho por alguien con cero habilidades gráficas, y te sientes anciano de golpe. Auch. Debe ser la misma gente que hace click para grabar un documento en el botón de grabar y se preguntan qué significará ese dibujito cuadrado azulito. Esa gente que no concibe la vida sin celular, o sin Facebook. Esos que no te creen que antiguamente no existía televisión, y que podías tomar agua de una manguera del parque sin morir. O casi. Mejor lo dejo ahí.
2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación. Nada de jugar al enclaustrado o al preso voluntario. Saldrás a la calle y al campo de paseo. El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.
3. Amarás el ejercicio físico como a ti mismo. Un rato de gimnasia, una caminata razonable dentro o fuera de casa, por lo menos abrir la puerta, regar las rosas, contestar el teléfono, cualquier movimiento que te despegue de la cama y del sillón. Contra inercia, diligencia.
4. Evitarás actitudes y gestos de viejo derrumbado, la cabeza gacha, la espalda encorvada, Los pies arrastrándose. No. Que la gente diga un piropo cuando pases: Qué tiesecito el señor, qué altiva la señora.
5. No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques. Acabarás por creerte más viejo, más viejo y enfermo de lo que en realidad estás. Y te harán el vacío. A la gente no le gusta oír historias de hospital. Cuando te pregunten: ¿Cómo estás?, contestarás que divinamente.
6. Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo, buena cara. Sé positivo en los juicios, de buen humor en las palabras, alegre de rostro, amable en los ademanes. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo. El corazón no envejece, el cuero es el que se arruga.
7. Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás. No eres un parásito ni una rama desgajada del árbol de la vida. Bástate hasta donde sea posible. Y ayuda, ayuda con una sonrisa, un consejo, un servicio. Al abrirte a los demás, dejarás de estar pensando en un “yo” angustiado y solitario. Sólo cuando se abre la nuez aparece la almendra.
8. Trabajarás con tus manos y tu mente. El trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud laboral, intelectual, artística. Haz algo, lo que sea y lo que puedas. Una ocupación artesanal, un rato de lectura, un trozo amable de TV, la música. La bendición del trabajo es medicina para todos los males.
9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas. Desde luego las que se anudan en el hogar, integrándote a todos los miembros de la familia. Ahí tienes la oportunidad de convivir con niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida. Luego ensancharás tu corazón a los amigos, con tal que los amigos no sean exclusivamente unos viejos como tú. Huye del bazar de las antigüedades.
Sí, blog:C3... otra vez
Carla Ciurlizza: Comentarios sobre tecnología, música,
gente y todo lo demás.
(¿Fue chiste o comentario?)
Contra el paso del tiempo
No soy de copiar contenidos, pero hay algunos que vale la pena difundir con la esperanza de que lleguen a más gente y hacer así un mundo mejor para todos (comenzando por casa). Todo está en la actitud, dicen. La actitud con que uno enfrenta las cosas que la vida te pone delante. Y este conjunto de reglas puede bien aplicarse a gente mucho más joven que su público objetivo original, pero que ha tomado una actitud nada positiva para nadie. Siempre he dicho que los 30 son los nuevos 20, pero hay gente que insiste en sentirse "mayor" y con eso su actitud se pone insufrible para cualquiera. Si el sentido común no lo deja claro, estas reglas lo harán.
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